La mañana de ayer discurrió entre exóticos colores y bailes de Bollywood, kilos de gomina y conocidas canciones de la película Grease en la residencia Santa Cruz.
La idea era compartir un rato agradable entre dos generaciones con mucho que aportarse mutuamente. «Es una manera de que se conozcan y rompan las distancias que, en un primer momento, puede haber entre ellos. Por un lado, los niños dejan de ver la residencia como un lugar lejano y comprueban que las personas que viven en ella pueden hacer y enseñarles muchas cosas. Por otra parte, los escolares llenan de alegría a las personas mayores cada vez que las visitan», comenta la terapeuta del centro, Mónica Arriaran.Los mayores recibieron la visita de medio centenar de alumnos de quinto y sexto del colegio Domingo Agirre, que volvieron a enfundarse los disfraces del pasado Carnaval, y metidos de lleno en sus personajes, bailaron, cantaron e incluso entonaron bertsos para los residentes del centro.
La de ayer fue la primera de las múltiples visitas que esperan durante en estos días. La próxima semana, el martes, miércoles y viernes, acudirán los alumnos de quinto de Haztegi Ikastola para compartir con los residentes diversas actividades. «El primer día intercambiarán juegos, los niños enseñarán a los mayores cómo se divierten hoy en día, mientras que los mayores les mostrarán cómo eran los juegos de antes», relata la terapeuta. «El segundo día los escolares ofrecerán una actuación a los residentes y al mismo tiempo, los mayores tienen preparada una actuación para los niños», indica. «El tercer día harán todos juntos una manualidad, que consistirá en decorar con dibujos y frases unas cenefas que después se colocarán en la sala», enumera. «Son encuentros muy participativos, que tanto escolares, como residentes, realizan muy agusto asegura.
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MAYO SECO Y JUNIO AGUADO,.....TODO VENDRÁ TRANSTORNADO
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